Conectar con los clientes a través de PLV eficaces
Los diseños de los puntos de venta (PLV) son un elemento fundamental de la publicidad. Vinculan directamente a los clientes y los productos en los entornos minoristas, tendiendo un puente entre las campañas publicitarias y las decisiones de compra. Una imagen publicitaria convincente puede decir más que mil palabras, pero un PLV bien elaborado se dirige directamente al deseo del cliente e inspira una acción inmediata. A continuación le explicamos cómo crear PLV impactantes que generen resultados.
1. Colores vivos para captar la atención
El color desempeña un papel fundamental en la creación de un PLV llamativo. Los colores vivos y bien elegidos evocan respuestas emocionales específicas que coinciden con el mensaje del producto expuesto. Por ejemplo, el verde y el azul pueden simbolizar relajación y naturaleza, mientras que el amarillo aporta energía y calidez. Sin embargo, el equilibrio es la clave: los colores mal combinados, como un fondo amarillo chillón combinado con una fuente azul dura, pueden repeler en lugar de atraer.
Por ejemplo, un expositor POP para crema solar podría presentar azules y verdes tranquilizantes para evocar el mar y el sol, complementados con amarillo brillante para simbolizar la calidez. Estas combinaciones captan la atención y refuerzan la historia del producto, creando una impresión cohesiva y memorable.
2. Mensajes breves y concisos
En un entorno minorista de gran actividad, la brevedad es esencial. Un mensaje conciso y basado en los beneficios permite a los clientes comprender rápidamente por qué necesitan el producto. Un lenguaje claro y directo comunica el valor del producto sin abrumar al espectador.
Por ejemplo, un expositor POP de protección solar podría incluir el eslogan: "¡Disfruta del sol, evita las quemaduras!" Este mensaje sucinto destaca la principal ventaja del producto, por lo que es fácil de entender y recordar para los clientes.
3. Coloque las pantallas a la altura de los ojos
La visibilidad es vital para la eficacia de un expositor POP personalizado. Los expositores deben colocarse a la altura de los ojos para garantizar la máxima visibilidad y atracción, ya sea en el suelo, en el mostrador o en la pared. Cuando los clientes pueden leer fácilmente el mensaje y acceder a los productos expuestos a la altura de los ojos, es más probable que se detengan, exploren y compren.
Colocar los expositores a la altura de los ojos también mejora su accesibilidad, lo que facilita a los compradores coger los artículos sin esfuerzo adicional. Esta colocación estratégica garantiza que el expositor POP cumpla su objetivo principal: atraer, informar y convertir a los clientes.
4. Muestre el producto, no el expositor
Aunque los rótulos llamativos y los diseños vibrantes atraen la atención, la verdadera estrella del expositor debe ser el propio producto. Un expositor PLV bien diseñado destaca las características del producto manteniendo la sencillez.
Evite saturar el expositor con elementos excesivos que distraigan la atención del producto. En su lugar, deje que el envase cuente la historia del producto. Por ejemplo, un eslogan llamativo y unos elementos visuales claros en el expositor pueden despertar el interés, mientras que el diseño y las características del producto cierran la venta.
5. Evocar emociones positivas
Comprar es un proceso emocional. Tanto si los clientes compran protección solar para una escapada soleada como si eligen regalos navideños para sus seres queridos, son las emociones las que impulsan las decisiones. Un diseño de PLV acertado desencadena emociones positivas, animando a los clientes a coger el producto, comprobar los detalles y realizar la compra.
Por ejemplo, un expositor para juguetes infantiles pueden utilizar colores brillantes y alegres e imágenes divertidas para provocar sentimientos de nostalgia y deleite, incitando a los clientes a imaginar la alegría que les proporcionará el producto.
6. Alinear los PLV con objetivos de campaña más amplios
Un PLV eficaz no sólo impulsa las compras inmediatas, sino que también refuerza los esfuerzos publicitarios anteriores. Debe conectar a la perfección con el mensaje general de la marca, creando una continuidad que genere confianza y reconocimiento. Además, un expositor bien elaborado puede servir de trampolín para futuras campañas, dejando una impresión duradera en el cliente.
Expositores PLV orientados a resultados: Una estrategia ganadora
Un expositor PLV bien personalizado es algo más que una herramienta visual: es un activo estratégico. Siguiendo los 6 principios anteriores, las empresas pueden crear expositores que cautiven, informen y motiven a los clientes, lo que se traduce en un aumento de las ventas y una mayor relación con ellos.
Tanto si vende moda, maquillaje o productos electrónicos, un expositor PLV personalizado potente y eficaz puede inspirar la acción, mejorar las conexiones emocionales y allanar el camino hacia el éxito sostenido de la marca.
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